Ubicada a orillas del río Duero, al norte de Portugal, Oporto es una de las ciudades más antiguas Europa. Sus orígenes se remontan a la Edad Media y en la actualidad es la segunda metrópoli más grande del país, después de Lisboa.
Además de su belleza natural, Oporto cuenta con atractivo centro histórico que recomendamos recorrer a pie y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. Sus calles estrechas, edificios clásicos y modernos, el río Duero y la cercanía del mar le dan a esta ciudad un encanto nostálgico y especial.
Los Puentes que cruzan el río Duero de oeste a este son El Puente de Arrábida, el de Don Luis I que va a Vila Nova de Gaia, donde se agrupan todas las bodegas del vino de Oporto, o el Ponte do infante Dom Henrique, entre otros.
Desde el puente Don Luis I podemos contemplar las mejores vistas de todo Oporto y plasmarlo en las mejores fotografías de esta ciudad. Y el puente Doña María Pía, fue diseñado en 1876 por el autor de la Torre Eiffel de París, Gustav Eiffel.
Una torre barroca de 76 m de altura y 225 escalones diseñada a mediados del siglo XVIII por el arquitecto italiano Nicolau Nasoni, también autor de la Iglesia de los Clérigos.
De sus primeros tiempos sólo queda un rosetón románico y el claustro gótico del siglo XIV. Casi todo el resto, tanto el interior como el exterior lleva el sello barroco inconfundible de Nicolau Nasoni.
El palacio de la Bolsa, un edificio neoclásico, pomposo y espectacular monumento a los mercaderes portugueses de antaño y también a los actuales, actualmente es la asociación de comerciantes de la ciudad.
Para visitarlo hay que apuntarse a sus visitas guiadas en portugués, francés e ingles. Impresiona el patio de las naciones donde antaño operó la bolsa.
En Oporto se pueden contemplar algunos azulejos espectaculares como por ejemplo los del vestíbulo de la estación de trenes de San Bento que contienen imágenes que representan escenas que van desde actividades cotidianas hasta batallas históricas
Cruceros por el río Duero, en barcos rabelos, y podremos contemplar todos los famosos puentes de Oporto; se puede uno bajar y subir en diferentes puntos de la ciudad; los cruceros, incluyen una visita con degustación de vino en una bodega. El precio ronda los 10 €.
Visitar librerías, de gran arraigo en esta ciudad, si bien, la más famosa y turística es Lello & Irmao por haberse rodado aquí una serie de Harry Potter; esta bella librería está decorada en estilo Art Decó.
En noviembre se celebra el festival de Jazz do Porto.
Oporto es una ciudad muy animada tanto de día como de noche, y aunque no tiene una tradición propia de fado, podemos aquí disfrutar de este blues portugués, bien en la versión de Lisboa o en la de Coimbra.
Excepto los domingos, se encuentran abiertos a lo largo de toda la ciudad, restaurantes y lugares de copas donde nos deleitarán con este blues portugués.
Un montón de tripas, no es el menú que más buscaríamos los turistas, pero, resulta muy atractivo por su tipismo y tradición, para ellos es un suculento plato que tiene su ritual, tiene su historia, pues se dice que cuando Enrique el Navegante se estaba preparando para zarpar hacia la costa de Ceuta, en el norte de África, los leales lugareños muy solícitos le ofrecieron las mejores carnes y ellos se quedaron con las tripas, de ahí la reputación y denominación entre sus compatriotas de triperos por el consumo de tripas (callos).
Así los capitalinos de Lisboa se mofan llamándoles tripeiros, pero ellos a su vez les llaman alfacinhas (comedores de lechugas).
También destaca su sopa de verduras, y los peixes (peces) cocinados al estilo tradicional, bien fritos, bien asados.
Felices vacaciones!!