Bueno, a lo mejor el título me ha quedado un poco pretencioso y rimbombante. Pero nadie que haya vivido en Brasil y vivido Brasil, pateado sus calles y pasado del umbral del turista más melindroso, habrá tenido un contacto, aunque sea mínimo, con este tipo de aperitivo-snack-bocado tan típico de aquella cultura. Yo no los conocí, me zambullí en ellos; para mí, los salgados se convirtieron en religión.
Hay quien dice que vienen del petisco portugués (nuestro pincho o tapa), pero decir eso es no fijarse; las auténticas adegas portuguesas de Brasil, y las hay a puñados, sí ofrecen petiscos clásicos, como hígado encebollado o lingüiça de origen italiano. Los salgados son un producto mucho más industrial, que siempre combina una masa harinosa y un relleno variable (queso, carne, verdura, normalmente elaborados), todo ello frito u horneado.