Ouro Preto, originariamente Vila Rica, es una de las históricas ciudades mineras brasileñas y el centro de la explotación de minas de oro en el siglo XVIII, cuando tuvo su máximo esplendor y prosperidad llegando a ser la ciudad más poblada de Brasil.
Situada a 513 kilómetros al norte de Río de Janeiro, en el estado de Minas Gerais, del que fue capital, fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1980 por su magnífico conjunto histórico.
La decadencia de Ouro Preto se produjo de forma paralela al agotamiento de las minas, a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Pero esta ciudad, de empinadas y adoquinadas calles, conserva un magnífico patrimonio artístico y arquitectónico, herencia de la época colonial portuguesa y de la riqueza y prosperidad que alcanzó.
Arquitectura y escultura barroca.
La arquitectura de la ciudad destaca por su característico estilo barroco en edificios civiles y religiosos, en puentes, en fuentes… Sobresalen sus nueve iglesias barrocas, construidas sobre las colinas que bordeaban la ciudad y desde las que se pueden observar unos magníficos paisajes montañosos.
Entre los edificios religiosos destacan la iglesia del Pilar, en parte decorada con el oro extraído de las minas, y la iglesia de San Francisco de Asís, obra maestra de la arquitectura brasileña y del imaginero, escultor y arquitecto Antonio Francisco Lisboa, el Aleijadinho, considerado el mayor representante del barroco de Minas Gerais y de las artes plásticas de Brasil.
La Plaza Tiradentes es el punto principal de la ciudad, con imponentes edificios públicos y privados, como el Palacio de los Gobernadores, ahora la Escuela de Minas y Metalurgia, y el antiguo Palacio Municipal (1784) y actualmente Museo da Inconfidencia. Este museo hace un recorrido por lo que supuso el intento de Minas Gerais de independizarse de Portugal.
Carnaval y Semana Santa, fiestas con mucha tradición.
En Ouro Preto son un gran atractivo turístico sus fiestas tradicionales, principalmente Semana Santa y Carnaval. La ciudad conserva un gran sentimiento religioso que hace que se siga con pasión las procesiones de Semana Santa, para las cuales llenan las calles de alfombras de flores, diseñadas según una temática determinada anteriormente.
Con un ambiente menos religioso, los habitantes de Ouro Preto celebran también, junto a miles de turistas, sus fiestas de Carnaval, con comparsas que recorren las calles al ritmo de la samba y otros estilos musicales del país.
Patrimonio artístico y arquitectónico, cultura, fiestas, paisajes espectaculares… De todo esto y más podrás disfrutar en esta maravillosa ciudad brasileña, así como aprender sobre su historia pasada: historia que habla de riqueza y prosperidad, pero también de exhaustos trabajos y esclavitud.